Arquitectura tradicional ibicenca
Mi amiga del colegio, Verónica, me dio la oportunidad de proyectar su casa, y empezamos en el año 2006, en la ciudad de Barcelona a idear, a pensar y a dibujar cómo sería esa casa, la que hoy es su hogar, en un terreno en el campo en el camino hacia Benirrás, en el norte de la isla de Ibiza.
La casa se ideó con un gran ventanal en el salón, Es Portxo, que se comunica con una terraza exterior cubierta, Sa Portxada, partiendo de esa idea de composición empezamos a desarrollar el proyecto.
La idea de organizar y relacionar esas piezas, de Estar-interior y Estar-exterior, tal y como lo hacían en el pasado los payeses en sus casas, en la arquitectura tradicional ibicenca, poner en valor la relación que existe entre “es portxo i sa portxada”, que tanto nos gusta, de la casa payesa ibicenca, y aumentar su riqueza espacial incluyendo una grieta de luz cenital, en la cubierta, lucernario que separa estos espacios, mediante el cual conseguimos una luz especial en el Estar-interior, de la radiación, creándose lugares de luz y penumbra muy sugerentes.
La cocina de la casa está íntimamente relacionada con el Estar-interior y el Estar-exterior, completando así el trío del habitar, sin olvidarnos de las Estancias de descanso que se encuentran en la parte del Este, bañadas por los primeros rayos de sol de la mañana.
La entrada a la casa es por el norte, desde la puerta empezamos a vivir la casa, con una experiencia visual que sigue esta secuencia:
Super exterior – Exterior – Interior – Exterior – Super exterior = Paisaje rural -porche a norte – Estar – porche a sur –paisaje rural.